Clan "Inmortales"


jueves, 15 de julio de 2010

Capítulo 15-Vagos recuerdos

Una pálida mano descansó en mi hombro y sus dedos me apretaron con fuerza, la joven estaba tumbada en el suelo dando convulsiones , sus ojos estaban en blanco y parecía estar ahogándose cuando de pronto, cayó inconsciente.
-¡Basta!.-Gritó Estefi apartándome de un empujón.
Me encontré sentado en el suelo y apoyé la espalda contra el marco de la puerta intentado recuperar el control, limpié la sangre de mis labios con la base de la mano y acto seguido pasé la lengua por ellos sin dejar de mirar el cuerpo de Christine.
Estefi se arrodilló junto a ella cogiendo su muñeca intentando encontrarle el pulso, me miró desconcertada y torció su sonrisa.
-Está muerta, le has quitado mucha sangre.-Dijo poniéndose en pié alisando su vestido. –¡Qué desperdicio, nos hubiera servido tan bien!.-Añadió dando un suspiro.
-No te preocupes Brandom hay muchos mas donde escoger, tomate esto como un aperitivo mas, ¿vas a seguir con ella?.-Preguntó al final.
Me incorporé poniéndome en pié con la respiración entrecortada mientras ajustaba el nudo de mi corbata.
-No, ya he tenido suficiente.-Dije dirigiéndome hacia la puerta.
-¿Estás seguro?, aún podemos aprovecharla.-Advirtió observándola de arriba abajo.
-No, he dicho que ya he tenido suficiente.-Contesté cuando crucé por la puerta cerrándola detrás de mí.
Pude escuchar como mi prima succionaba su sangre, incluso podía llegar a escuchar su garganta tragar aquel jugoso liquido.

Siempre había controlado pasar el virus a otro humano cuando pretendíamos que fuera uno de los nuestros, pero esta vez fue diferente ni yo mismo sabía por qué, pero el deseo de sangre hacia los humanos era ahora mucho más fuerte.
Tal vez porque me enamoré de un ser latiente y ese deseo hacia ella no lo podía experimentar físicamente, eso hacía que algo se encendiera dentro de mí y actuase como un verdadero monstruo.
Antes de volver a entrar en el salón aspiré aire profundamente y pase las manos por mis cabellos, mi padre, que estaba al otro lado del salón alzó su copa en el aire y esbozó una amplia sonrisa, me dejó entrar en sus pensamientos y pude ver en ellos que lo que quería de esa joven no era su conversión, sino justamente lo que hacía unos escasos momentos me había mencionado Estefi, solo un aperitivo más.
Near clavó sus ojos en los míos cuando se encontraron y soltó una sonrisa entre dientes mostrándolos tan blancos como su tez pálida.
Caminó hacia a mí con pasos cautelosos y al llegar a mi pareció ir más lento de lo que parecía.
-No podemos fingir lo que no somos ¿no es cierto?.-Me susurró al oído.
Apreté los dientes con furia fulminándole con la mirada, mi hermano pasó por mi lado y continuó con sus pasos calmados dirigiéndose a Michael, entablaban una conversación de lo más entretenida, probablemente le estaría contando sus batallitas absurdas o su manera de cazar, y porque no, tal vez le estaría hablando de mi amiga la humana.
En cualquier caso, ignoraba por completo lo que Near pudiera contar, me resultaba indiferente, como mi padre lo era con él, para mi padre Near era secundario cuando yo estaba presente cosa que esto a mi hermano mayor no le estimaba demasiado.
-Una velada de lo más entretenida.-Dijo una dulce voz.
La hermana de mi padre estaba justo a mi lado observando cómo los invitados iban de un lado para otro con sus copas servidas, hablando sobre sus cosas o simplemente escuchar como otros tocaban una melodía en el piano.
-Creía que era una fiesta para celebrar la entrada de un nuevo miembro.-Dije.
Naiara sonrió y después clavó sus ojos en su hijo pequeño. –Tu padre no nos ha comentado nada sobre eso, solo nos invitó para vernos..Contestó enseñando a Alex su copa de sangre.
El niño fue hasta ella con pasos inseguros y mi tía acercó la copa a sus labios para darle de beber, cuando se quedó saciado limpió las comisuras de sus labios con la yema de su dedo índice y después le dio un lametón para eliminar la sangre.
-¿Qué tal os va por Rumania?.-Pregunté sin dejar de mirar a mi joven primo.
Ella lo tomó en sus brazos dándole un cariñoso beso en la frente mientras que Alex jugaba con su gargantilla.
-Bien, hace poco tuvimos un problema con Evelyn, su padre y yo insistimos en que no debería ir de caza sola, pero siempre que tiene la oportunidad escapa.-Comenzó a decir mirando en la dirección en la que se encontraba Evelyn. –Otro vampiro la descubrió cazando en su territorio y la amenazó con hacerla daño si volvía a ocurrir.
Evelyn dice que no fue con intención de cazar, si no porque le gustaba correr y no tenía ni idea de donde se estaba metiendo, la verdad no se que creer.-Dijo dando un suspiro de preocupación.
-Es una chica lista, sabrá que hacer la próxima vez, he oído que corre velozmente.-Dije sonriendo.
Mi tía dio otro suspiro largo poniendo los ojos en blanco.
-No te puedes imaginar cuanto, sobre todo cuando tengo que reñirla.-Contestó volviendo la vista a su hija.
Arrancó una sonrisa de mis labios y Naiara me estudió el rostro con preocupación, pestañeé y me encontré con sus ojos azulados que parecieron preguntarme por que estaba tan abatido.
-Estoy bien, solo me preguntaba cómo era mi madre, no recuerdo nada sobre ella.-Dije llevando las manos a los bolsillos de mi pantalón.
Mi tía dejó a su pequeño en el suelo y Alex caminó hacia su padre con andares inseguros, Naiara se froto las palmas de las manos como si en ellas hubiera sudor y me miro directamente a los ojos.
-Era una mujer muy hermosa, tenia tus mismos ojos y el cabello dorado como tu hermana, pero ante todo, sentía una gran devoción por sus hijos.-Dijo mirando hacia mi padre. –Sentimos mucho su desaparición, espero que volvamos a verla muy pronto.-Añadió al final.
Era lo único que sabia de mi madre, que había desaparecido hacía cincuenta y ocho años y nadie sabía de su paradero, para mi me resultaba imposible recordar como era, pero curiosamente lo único que podía recordar eran sus manos acariciando mis cabellos cuando apoyaba mi cabeza en su regazo.

A mi padre no me atrevía a preguntarle, siempre mostró una gran tristeza cuando hablaba de ella, a lo que un buen día dejé de hacerle preguntas sobre mi olvidada madre.
A mi hermano mayor nunca pareció interesarle donde estuviera nuestra madre, tampoco la recordaba con la claridad que mi tía y mi padre lo hacían.
-¿Dónde está Estefi?.-Preguntó el esposo de mi prima mientras se acercaba hacia nosotros.
-Me temo que está algo ocupada terminando de disecar un cadáver.-Dije amargamente cuando recordé haber arrebatado la vida de aquella joven. Sonrió abiertamente y sus pupilas se tornaron a un color oscuro.
Salió por la puerta para reunirse con su esposa mientras que Naiara me dedico una sonrisa torcida cuando vio en mi mente el ataque frenético que había tenido hacia unos minutos.
-No te preocupes Brandom, a todos se nos ha ido la mano alguna vez.-Dijo intentando cambiar mi estado de ánimo.
-No tía, a mí se me ha ido por que yo he querido.-Contesté intentando disimular mi error.
-Por supuesto, discúlpame e de regañar a Evelyn. ¡Maldita sea!.-Gritó agarrando sus vestidos en un puño mientras caminó con pasos acelerados hacia mi pequeña prima.
Al llegar aquella alargada mesa de madera, mi tía cogió por el brazo a Evelyn que estaba justo delante de un sabroso cuenco plateado metiendo el dedo índice y llevándoselo a los labios para lamerlo.
-¡Eso no son modales Evelyn!.-Gritó entre dientes mientras la alejaba de la mesa.
Varios invitados observaban como Naiara arrastraba a su hija consigo hasta donde estaba su marido Michael, que parecía estar echándole una buena reprimenda.
Sonreí mientras caminé hacia la puerta para llegar a la entrada principal, abrí la puerta de la mansión y Dorothy se apresuró a hacerlo por mí.
-¡Déjeme a mi señor!.-Gritó con una sonrisa sofocada.
-Tranquila Dorothy, sólo voy a tomar el aire vuelve por si se les ofrece algo a los invitados por favor. –Dije apartando su mano con suavidad.
La sirvienta inclinó su cabeza cuando escuchó lo que le ordené y desapareció de la entrada para dirigirse al salón principal.
La puerta chirrió la abrí y una corriente de aire fresco revolvió mis cabellos oscuros.
La noche estaba cerrada y los grillos comenzaron a canturrear una canción que era ensordecedora para mis oídos sensibles, eché un vistazo a el cielo y husmeé el aire para averiguar si estallaría otra tormenta, pero no había nubes estaba completamente raso y estrellado.
La imponente luna iluminaba todo el jardín y la hermosa fuente del sauce llorón, bajé las escaleras de la entrada para dirigirme hacia ella y una vez allí, me senté para hundirme en mis pensamientos.
-Liz…-Susurré a mi mismo.
Su nombre hacía que en mi interior se removieran toda clase de sentimientos descontrolados, amor y deseo, una mala combinación pero que sin duda era un riesgo que tenia que correr.
Había tomado mi decisión de protegerla hasta que la muerte la alcanzara, ¿pero que había de mis sentimientos?, ¿y qué había de los suyos?, amarnos en silencio hasta el final sin que ninguno de los dos lo pudiera decir en voz alta.
Realmente me torturaba a mi mismo pensando en esta clase de cosas extrañas que me sucedieron desde el primer momento en que la vi, pero me llenaba de felicidad sentir que en este cuerpo habían sentimientos por una criatura humana con nombre propio; Elizabeth Jenzen.
-Otra vez esa estúpida humana.-Dijo una voz acompañándola con una carcajada.
Gire la cabeza hacia mi lado derecho y Near avanzaba hasta la fuente bebiendo de su copa de cristal . Le fulminé con la mirada e hice caso omiso a su presencia. –He visto lo que le has hecho a esa pobre muchacha, te sería igual de fácil acabar también con tu amiga, la humana. –Dijo volviendo a dar un sorbo de su copa.
Cerré mi mano en un puño y mi pierna izquierda parecía tener un tic nervioso, no quería enfrentarme de nuevo a mi hermano pero me lo estaba poniendo demasiado fácil.
-¿Por qué no vuelves a la fiesta y me dejas tranquilo Near?.-Le sugerí.
-Oh vamos, solo quiero disfrutar de tu compañía hermano.-Dijo dándome una palmada en la espalda cuando se sentó a mi lado.
-Si para ti disfrutar de mi compañía significa atacarme con tus palabras, más te vale que te vayas por dónde has venido…hermano. –Contesté duramente.
Near aguantó mi mirada sin decir palabra y después de un largo minuto de silencio dejó su copa descansando a su lado.
Era evidente que quería introducirse en mis pensamientos para después atacarme con sus palabras hirientes, pero no consiguió ver nada dentro de mi cabeza.
-Me pregunto, si ya le has revelado a tu amiga lo que somos.-Dijo entrelazando los dedos de sus manos.
-No.-Conteste rotundamente.
-¿En serio?.-Dudó.-Creía que el amor entre dos seres se basaba la mayor parte en la confianza mutua.- Dijo con aire despreocupado.
-No sé de qué estás hablando Near.-Contesté desinteresado.
-Te diré de lo que estoy hablando hermano. En el amor no hay secretos, y en el caso de que quisieras contarle la verdad sobre lo que eres, ella te odiara viéndote como el devorador de hombres.-Sonrió.
Me levanté de un brinco tomando a Near por el cuello de su camisa oscura, apreté los dientes con furia sin dejar de mirar sus ojos inyectados en sangre.
Sabía perfectamente que aquello era la pura realidad de mi destino, en cierto modo tenía toda la razón pero odiaba saber que mi hermano estaba al tanto de lo que consistía el verdadero amor y del precio que tenía que pagar si le contase a Liz lo que en realidad soy.
-Como te he dicho antes, no podemos fingir lo que no somos Brandom, deja de actuar como un humano y piensa como un vampiro. –Dijo liberándose de mis garras aferradas a su camisa.
Mi respiración agitada hizo que otra vez perdiese el control, me había propuesto no enfrentarme a mi hermano y estaba haciendo justamente lo contrario, actuando de esta manera el podía pensar que todo lo que decía me afectaba, y en efecto así era.
Liberé su camisa dejando las palmas de mis manos en el aire mientras que iba recuperando mi respiración, mi hermano alisó con sus manos las arrugas de su camisa oscura y acto seguido pasó una mano por sus cabellos rojizos.
-Tienes razón.-Mentí.-Déjame solo.-Le pedí con el fin de que se marchase.
Una sonrisa satisfecha dibujaron sus labios, se levantó recogiendo su copa y se dirigió hacia la entrada con andares de victoria.
Odiaba que Near tuviera razón pero mi decisión de proteger y de ocultar la verdad a Liz seguía firme, no iba a permitir que se acercaran a ella para nada, existía la posibilidad de morir por esa osadía pero como siempre me decía, era un riesgo que tendría que correr aunque mi vida inmortal se fuera en ello.

7 comentarios:

  1. WOW !!!!
    estuvo muy bueno el capitulo , No puedo crer que Brad mato a esa chica y pobre el no a visto su madre en años.
    Publica pronto
    valee
    Visitame , mi blog te extraña
    Te quiero
    bye

    XoXo
    Rosebelle
    htp://llevandomealcielo.blogspot.com

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  2. me encantoo el capitulo
    Quiero saber que pasa luego
    please, publica pronto

    Bye

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  3. Hola !! Vannee
    Me encanto el capitulo
    pobre....le mata no estar con ella :S
    Espero y muy muy pronto esten juntos de verdad

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  4. Waaaa!! kee caapiituuloo! Mee encantoo! isisisis
    Escriibees SUPEEER! seeguroo ya te loo han dishoo peroo enserioo ke escriibees deemaciaado biiiien!! mee encantan tus caaps!
    sobreetodoo xkee les poness fotoos ii asii!
    meee encantaa tuu blogg!

    Quiidate Mushooo!<3<3

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  5. Mato a Christine :S ......muy bueno el capitulo, me encanto, no dejes de escribir.
    Un besito

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  6. pobre que mal pero.y la estefi tan xula como de costumbre ajajajjaen. que pasara dios se me hacen los capitulos super cortos ajajajja besosss primis

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  7. me ha dado pena el pobre...el torturandose y todo... :( voy a por el siguiente!!Besos:NATY

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